Como punto de partida, en ocasiones el ciudadano al encontrarse con escritos con términos un tanto rebuscados como “derecho objetivo y subjetivo” tal vez no tenga en mente a qué se refiere, por lo que, en este apartado de una manera sencilla se explicará.
El derecho objetivo es una guía del comportamiento que se encuentra dirigida al ser humano y que éste debe respetar. Por lo que se encuentra en un ordenamiento, es decir, está plasmado en un código, una ley o un reglamento.
En consecuencia, el derecho objetivo es una obligación, con aplicación en la nación y en todas las sociedades para garantizar seguridad y el bienestar. Las normas (códigos, leyes, reglamentos, etc.), que rigen a la nación, o sólo a ciertas partes de ésta, después que son decretadas y publicadas, la ciudadanía debe obedecerlas, de lo contrario, dichas leyes tienen un repertorio de sanciones dependiendo de la falta para ser usadas y castigar al ciudadano que las violó.
Por otro lado, el derecho objetivo está ligado con el Derecho Subjetivo, esto quiere decir que, representa la otra cara del derecho completamente opuesto, y éste no es más que la facultad del ser humano de impugnar, combatir, erradicar las normas que el derecho objetivo establece.
Así, el Derecho Subjetivo se compone de facultades o poderes que tiene el ser humano para exigir un determinado comportamiento (derecho). Este derecho subjetivo es un tipo de observancia de los derechos para que cada ser humano pueda alcanzar sus objetivos. En efecto, el Derecho Subjetivo es una condición humana aportada por el derecho en el que se les otorga a las personas a decidir, a objetar en cuestión de sus necesidades.
De lo anterior se puede desprender ejemplos donde se puede observar que el derecho objetivo y subjetivo está relacionado uno con el otro.
Derecho objetivo: la obligación de una persona a pagar una deuda a otra persona.
Derecho subjetivo: la acción de la persona quien es el solicitante del pago de la persona deudora.
Edgar Cristian Martínez Hernández